"Jaque a un hombre bueno"
Cada individuo, aunque no lo crea, posee ciertas habilidades
innatas, las cuales debería descubrir y potenciar… porque nunca se sabe cuándo
habrá que recurrir a ellas. En el caso de nuestro protagonista, será el ajedrez
lo que salve su pellejo.
El campeón de España de ajedrez de 1934, Diego Padilla (Marc
Clotet), se ve años más tarde obligado a huir con su familia a Francia en busca
de un panorama mejor. Sin embargo, allí será apresado por los nazis, acusado de
espía.
Basada en la novela homónima de Julio Castedo, encargado
también de transformarla en guión, la película tiene una factura correcta, con
una magnífica ambientación que nos hace testigos de la crueldad vivida en esos
tiempos de guerra, y unos actores a la altura del relato.
No obstante, quizás puedan encontrarse, en su ritmo cansino,
sin sobresaltos, y en la deriva previsible de un guión que no regala demasiadas
sorpresas, las flaquezas de una historia que no termina de emocionarnos del
todo.
Es, a pesar de ello, una cinta que se deja ver y que,
mostrando el horror que puede provocar el ser humano, nos descubre que el
enemigo puede estar más cerca de lo que uno imagina.
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